CÍTRICOS GRANDES ALIADOS DE LAS SALUD
Beneficios de los cítricos
Los cítricos, además de resultar sabrosos, cuentan con una gran cantidad de vitamina C capaz de combatir determinadas dolencias, actuar como antioxidantes y protegernos del frío. Su consumo durante todo el año, pero sobre todo en invierno, ayuda a fortalecer la salud de nuestros hijos
Aunque los cítricos no son
las frutas que aportan más cantidad de vitamina C –superados por el kiwi y las
fresas– resultan ser un alimento muy interesante por su poder antioxidante,
capaz de retrasar el envejecimiento celular y prevenir un buen número de
enfermedades del aparato respiratorio. Asimismo, inciden positivamente en el
metabolismo del colesterol y previenen muchas enfermedades de la piel. Otro de
los beneficios del consumo de cítricos es su cantidad de fibra, excelente para
la actividad intestinal y favorecedora de la digestión.
La vitamina C participa en
muchos procesos vitales para el buen desarrollo de distintas funciones
corporales, tales como el desarrollo de dientes, encías y huesos; la absorción
del hierro; el crecimiento y reparación del tejido; la producción del colágeno;
la metabolización de grasas; cicatrización de las heridas; y ayuda a reducir la
duración e intensidad de las enfermedades del frío.
- Limón: Tiene importantes propiedades antioxidantes y depurativas, y un
aporte de vitamina C de 50 mg por cada 100 g. Ejerce una acción beneficiosa
sobre las afecciones de las vías respiratorias como pulmonías, gripe,
bronquitis, inflamaciones de garganta, afonía y amigdalitis. Para todos estos
casos es recomendable beber el jugo de limón en ayunas mezclado y rebajado en
agua, para evitar que la acidez del limón estropee el esmalte de los dientes.
También es capaz de mejorar nuestra circulación sanguínea y actúa como
astringente.
- Lima: Menos popular en España que en otros países Latinoamericanos. Es
una variedad del limón que se distingue de éste por ser más pequeña y redonda,
con cáscara de color verde intenso y sabor más dulce, además de contener menos
vitamina C (34 mg por cada 100 g). No se consume como fruta fresca sino sólo
como zumo. Su acción astringente la hace adecuada para atajar las diarreas.
- Naranja: Es la reina del invierno. Las de zumo suelen ser más ácidas que
las de mesa. Su ingesta diaria mantiene activas las defensas del organismo
contra catarros, anginas y gripes. Su contenido antioxidante colabora en la
inhibición de ciertos tipos de cáncer como el de pulmón o el de colon. Aporta
50 mg de vitamina C por cada 100 g. Contribuye a la ingesta de la fibra y los
flavonoides que necesitamos, que se encuentran en mayor cantidad en las pieles
blanquecinas que rodean la “carne” de la naranja. Ingiriendo una sola naranja
al día, aportaremos a nuestro organismo la cantidad de vitamina C y ácido
fólico que necesita nuestro cuerpo. Pero no sólo poseen esta vitamina, sino que
también contiene sustancias prebióticas.
- Mandarina: Similar a la naranja, aunque su aporte de vitamina C es de casi la
mitad al de la naranja (35 mg por cada 100 g), pero a cambio aporta también
provitamina A, vitamina B, calcio y potasio. Una de las ventajas frente a la
anterior es que se pela con facilidad, lo que la convierte en una de las frutas
favoritas de los niños.
- Pomelo: Si se toma en ayunas incrementa su capacidad depurativa, diurética
y laxante y, al mismo tiempo, es un eficaz estimulante del apetito, sin olvidar
que sirve de remedio contra las varices y ayuda a reducir el colesterol. Su
contenido de vitamina C es de 40 mg por cada 100 g.
- Naranja Sanguina: Es un tipo de naranja que se recoge más tarde que la naranja
normal, concretamente a inicios de la primavera. Es un cítrico muy dulce que
presenta un característico color frambuesa en su piel, su pulpa y su jugo. Es
rica en betacaroteno y provitamina A.
¿Cuál es la cantidad
diaria recomendada?
A pesar de que los
cítricos son muy beneficiosos para nuestra salud y la de nuestros hijos, su
ingesta no debe ser indiscriminada, ya que un exceso de vitamina C puede
producir dolor de estómago y diarrea. Por el contrario, la carencia severa de
esta vitamina puede provocar encías sangrantes, inflamadas y sensibles, caída
del pelo y dientes, sequedad de boca y piel, además de un organismo poco
resistente a las infecciones.
Se recomienda una dosis
diaria de vitamina C de 60 miligramos para los adultos y de entre 50 a 60 mg
para los niños. Entre los que necesitan más vitamina C se incluyen las mujeres
embarazadas (80 mg), las que están dando el pecho (85 mg) y los fumadores (por
lo menos 100 mg).
Para aumentar sus
propiedades, tal y como recomiendan los profesionales, hay que consumir el zumo
de naranja, y del resto de los cítricos, recién exprimido. No debemos olvidar
que la vitamina C se oxida en contacto con el aire. Asimismo, también deberemos
pelarlos en el momento que queramos comérnoslos.
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